Viajé a Berlín desde Praga en tren. Si viajáis en tren en la Rep. Checa, tened en cuenta comprar un billete de Clase 1. Fuí en clase 2 y hacía calor y no era la misma atención ni servicios. Por poco más dinero tienes algo más guay. Fue un error de la agencia no consultarme. La vuelta a Madrid fue en avión desde Berlin. El aeropuerto es casi tercer mundista. No podemos estar más orgullosos de nuestro Barajas, a pesar de todo …
En la ruta de este tren se pasaba por Dresde. Ya me dí cuenta de la maravillosa ciudad que posteriormente disfrutaría.
Al llegar a Berlín, descubrí una impresionantemente grande estación. La más grande de Europa.
Es una pequeñita ciudad dentro de esta inmensa ciudad. No hay ningún cuarto de baño que sea gratis. Tienen tantas tiendas y restaurantes que parece que estas en un centro comercial. Todo a lo grande y un diseño con mucho cristal. La verdad es que impresiona.
En esta ocasión estuve en un hotel, también céntrico. Solo que esta ciudad es tan grande que casi da igual donde duermas. Era de la cadena NH, el Berlín Mitte, (http://www.nh-hoteles.es/nh/es/hoteles/alemania/berlin/nh-berlin-mitte.html). Es muy grande, las habitaciones normales, tiene té variado y el desayuno es tipo buffet y amplio.
Tienen una red de metro bastante amplia.
Compré para cada día un bono diario y también compré un día el bus turístico que me resultó muy cómodo. Lo que suelo hacer en ciudades que tienen este tipo de bus, es montarme y dar una vuelta completa, sin bajarme, al circuito y luego me bajo donde más me haya gustado. Vi dos buses turísticos y ambos tenían su inicio en la Alexander Platz.
Una plaza con muchísimo comercio y una torre de comunicaciones (como el Pirulí de Madrid) que se ve perfectamente a lo lejos.
También existe una línea de bus público, la 100, que permite dar un rápido vistazo a la ciudad y admirar sus principales monumentos históricos.
A Berlín se puede ir por varios motivos turísticos.
A mí me hizo especial ilusión la isla de los museos.
Vi allí dos de ellos, que son imprescindibles.
El museo arqueológico Pergamon que guarda una de las mejores colecciones de cultura clásica.
Te dan un audio guía perfecta y no dejas de contemplar belleza allá por donde mires.
Luego está el museo Altes. Es un edificio en forma de templo griego.
Tuve la mala suerte que la planta Egipcia, la más conocida, estaba en obras. Pero pude ver el busto de Nefertiti. Tan conocido! Hay otros museos en esta “isla”, todo depende del tiempo que tengas para estar en esta ciudad.
Todo lo relacionado con el muro de Berlín está mercantilizado. Te venden trocitos del muro, según ellos certificados, por 20 euros. En fin. Hay un sitio curioso sobre esto, es el Checkpoint Charlie.
Era el único paso entre el sector americano al oriental. Ahora es todo un símbolo turístico con un museo donde se puede contemplar el pasado del muro de Berlín. En alguna parte de la ciudad se conservan unos cientos de metros de muro. Tiene pintadas de grafiti la mayoría con mucho arte.
Otra zona de obligado paso es donde se encuentra la Puerta de Brandenburgo. Justo por ahí, estaba el muro de Berlín. Esta dibujada una línea amarilla que indica por donde estaba situado, separando la ciudad en dos mitades.
Al lado está el Reichstag, que hace poco se ha remodelado por Norman Foster. Es el parlamento alemán. Está rodeado por un amplio parque, Tiergarten, que merece la pena pasear por él. Es el auténtico pulmón de Berlín. Alquilan bicicletas para paseos por la ciudad.
Desde la Puerta de Brandenburgo, parte la avenida Unter den Linden (bajo los tilos) que finaliza en la isla de los museos, desde la que ya se ve la torre de comunicaciones de Alexander Platz. Es un paseo muy agradable viendo palacios reconstruidos después de la guerra.
A lo largo de la calle se encuentra la Universidad Humboldt, donde han impartido clase más de 27 premios Nobel.
Y tienen un cuarto de baño estupendo que me salvó de un apuro (jajaja).
Por la ciudad se encuentra el barrio de las Embajadas. A cual más llamativa, cuidada y sorprendente.
En la Postdamer Platz, es donde se hace el famoso festival de cine, Berlinale.
El símbolo es un oso. Allí se encuentran diversas sedes de conocidas empresas automovilísticas y el moderno Sony Center, es lo más parecido a un centro comercial y tiene un tejado acristalado que llama la atención. Es un completo bullicio.
Una zona donde compré ropa, no a buen precio, pero si con cierto diseño, fue en Breitscheid Platz. Es fácilmente reconocible porque esta un gran centro comercial llamado KaDeWe. Compré en las tiendas de alrededor, solo visité el KaDeWe para ver cómo era. Esta al lado de una gran iglesia semiderruida, símbolo de la ciudad desde la guerra. Tiene un interior precioso y pequeño.
Tiene una zona casi ya en las afueras de la ciudad, es Charlottenburg.
Era una población que se unió a Berlín por su continua ampliación. Tiene palacios y museos.
Todavía permanece su anterior Ayuntamiento.
Una zona preciosa al lado de nuestro hotel y cerca de la Unter den Linden es la Gendarmermarkt.
Alli comí en un restaurante italiano y disfruté de un atardecer relajante después de una amplia caminata por la ciudad.
Es la plaza mas monumental de Berlín, realizada con un gran efecto escenográfico.
Hay músicos que ayudan a crear un ambiente muy teatral cuando cae la noche y las luces se posan sobre la plaza y sus grandiosos edificios.
Berlín es un paraíso sorprendentemente amplio y tranquilo. No os lo perdáis.
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