Las paredes que son de color blanco, las ropas de las que hacen uso los habitantes del pueblo y también los vientos incesantes de Essaouira, una ciudad que en si misma es única para los viajes turísticos. Los llamados vientos alisios están moderando el clima y ambiente que hacen que sea eminente para el surf de viento.

Viajes de turismo en Essaouira, Marruecos

La bella Essaouira, que hoy en día es un Patrimonio de los seres humanos, amplió horizontes y una gran diversidad de visitantes que la visitan, de hecho, hizo que se afirmaran como una gran ciudad que se dedica de lleno a la música y también a las artes, y por ende, uno de los lugares de más cosmopolita en el Marruecos.

Aunque esta ciudad no se olvidó de su propia historia. Los personajes que figuran en la lista famosísima, que visitaron esta ciudad y de ella se enamoraron, de sus encantos, figuran los íconos de Orson Welles, el cual monto allí, aproximadamente en la década del año 1950, mucha parte de la película de Otelo.

La vieja Mogador, como se llamó a causa de los del país de Portugal (hoy Brasil), hubo de superar con mucho éxito la etiqueta de la meca tipo hippie, en el momento en que atrajo las tallas del mismo Jimi Hendrix, pero también de una generación completa de jóvenes del continente de Europa, y de los Estados Unidos, y que también está apostando productos de índole turística que son auténticos y originales, fuertes y de mucha elegancia.

No obstante, el legado Haz el amor y también la guerra, no ha perdido, sigue siendo y probablemente seguirá siendo el legado del Festival de Gnawa, y Música del Mundo, en donde, desde el año 1997, y en todo momento durante el mismo mes de Junio, los músicos que están en todas partes del mundo, con los bellos sonidos y ritmos mezclándose con maâlen, que son maestros de la misma música gnaoua (esta es la herencia de los que descienden de los esclavos que proceden del continente de África).

De la misma forma, los bastiones y las murallas comunes y corrientes, son imprescindibles para la protección de los habitantes y los visitantes del mar, y vientos que sacuden inclementemente. En cierta forma, las puertas de estas murallas permanecieron y permanecen abiertas al pueblo de la pesca y de la medina, de las mismas calles que son estrechas y sinuosas, en donde lo hicieron desde las tiendas antiguas y normales, mercados de especias, pescadería y cereales, aunque de igual forma, cada momento que se avecina, las galerías de artes y la artesanía, los “riads” que se convirtieron en hoteles lujosos y de muchos encantos, con restaurantes de gastronomía, con unos menús que tienen como base el pescado y otras materias primas, al igual que las marcas de todo el mundo.

Las llamadas esencias de madera del cedro, el  limón, el ébano y float árbol de vida en el aire, que están mezclados con el grato aroma de sardinas que ricas y elegantes. En ciertas ocasiones se pueden visualizar a mujeres de Souiri, en su totalidad envueltos en sus “haik” blancos, en una sola prenda sin tener costuras, que se cubren el cuerpo verdaderamente con ropas y vestimentas muy atractivas. Estas casas permanecen con colores parecidos al lirio y al azul. Esta mezcla y liga entre el día de ayer, y en el día de hoy hicieron un lugar, de este, algo único en Essaouira.