Hacía mucho tiempo que tenía ganas de ir al hipódromo de Madrid por la noche. Para ver el ambiente, hacer una apuesta y sobre todo hacer muchas fotos nocturnas de carreras de caballos.
No me decepcionó, a pesar que hizo un poco de fresco. Tuve muy buena compañía.
Se corrían 6 carreras y poco antes de comenzar cada una de ellas, los apostantes se reunían haciendo colas hacia las taquillas. Cada apuesta a caballo ganador es de un euro como mínimo.
En cada carrera, los caballos, daban una vuelta y media al hipódromo.
Durante esta un animador voceaba los números de los caballos para inquietar a los espectadores. Era curioso como llegando al final de la carrera, los ruidos y movimientos de los espectadores se intensificaban. Parecía como si conocieran a los caballos, jinetes y todo.
Los caballos se reúnen y meten en cajones para salir todos a la vez. Durante la carrera, una furgoneta con una cámara de TV, les sigue y hace que sus imágenes se muestren en los monitores que hay por todo el hipódromo.
El hipódromo de la Zarzuela es hipódromo de Madrid cuenta en la actualidad, con unos 1.000 caballos y una zona medioambiental protegida.
Tiene un tamaño superior al parque del Retiro, con 108 hectáreas.
El Hipódromo de La Zarzuela abrió por primera vez sus puertas en mayo de 1941, sustituyendo al antiguo hipódromo de La Castellana ubicado en lo que hoy son Los Nuevos Ministerios.
La entrada costaba 5 euros y los niños hasta los 14 años, no pagaban. Se puede ir con niños a pesar que sea un sitio que mezcla apuestas con diversión y deporte.
Para más información visita la página web del hipódromo de Madrid http://hipodromomadrid.com/.
Ya veis que este es otro pequeño paraíso. Otro pequeño trozo más.
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