Tenía metido en la cabecita venir a Orihuela (http://www.orihuela.es/) este año. La publicidad del centenario de Miguel Hernández (http://www.miguelhernandezvirtual.com/), ha hecho efecto.
Pero tiene mucho más que la casa donde vivió el poeta. Mucho más. Recabé información de mi libro habitual, la guía gris de Anaya Touring Club y descubrí que es una ciudad con un impresionante conjunto histórico-artístico que incluye 5 monumentos nacionales. !Ahí es nada¡.
Además tiene playas, campos de golf y un par de puertos deportivos. En esto basa su crecimiento turístico. Yo me dedique a la parte histórica, pero que quede constancia.
Empecé visitando la casa museo de Miguel Hernández.
Esta recogida de forma clara, su humilde forma de vida.
No deja de ser anecdótico y por curiosidad.
Es muy pequeñita, tiene un patio con establo.
En una de las habitaciones tienen un libro de visitas.
Pero al lado de la casa esta lo verdaderamente impresionante de Orihuela.
El colegio diocesano de Santo Domingo.
Una joya. Hacía tiempo que no me impresionaba algo tanto.
Tendría que remontarme a la capilla de los enamorados en Teruel o a la sinagoga española en Praga.
Me encantó.
Es reconocido por los expertos como el edificio renacentista de más interés de la comunidad valenciana. Posee dos claustros, uno renacentista y otro barroco. El campanario también es de estilo barroco.
Tiene una capilla de trazado renacentista y remodelación 200 años después, de estilo barroco.
Lamentablemente no tengo fotos dentro de esta capilla.
No te dejan hacerlas y están absolutamente encima de ti. Una pena. Como curiosidad tiene unos balcones dentro de la capilla, que servían para que las familias ricas estuvieran apartadas del resto. Disfrute viendo todo con detalle.
También tienen otra joya, que la descubrí al irme de la ciudad. La iglesia de Santiago.
Es de estilo gótico. Posee dos puertas góticas y una plateresca.
En su interior un majestuoso órgano barroco.
Tiene también diferentes palacetes e iglesias, además de la catedral.
Su estilo es gótico, con añadidos posteriores renacentistas y barrocos.
Verdaderamente, Orihuela fue la guinda de este viaje, tan especialmente feliz para mí.
Todo un paraíso…. Un nuevo paraíso ha aparecido. Es la primavera, que llena de Rosas los jardines.
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