La llamada Iglesia de Santa Sofía Estambul, podría encontrarse concebida de dos posibles maneras, por una parte se considera la parte de la historia, y por el otro la actualidad. Iniciando por la última ya mencionada, se podría decir que actualmente es una especie de museo, en el interior del mismo se puede concebir las distintas religiosidades que existen, de igual forma como las culturas, iniciando con la cristiana, y terminando por la del Islam. La decoración es sorprendente y artística, de hecho tiene una historia bastante especial.

La llamada Iglesia de Santa Sofía Estambul

Luego de que la antigua Santa Sofía que se encuentra en Estambul, fuese destruida, aproximadamente en el año 532, de poco a poquito se construyó otra. Para esto se seleccionó a los mejores ingenieros, arquitectos mejor dicho, llamados Isodoro de Mileto. A lo largo de cinco años, sin detenerse fueron edificando zonas, abordando hasta el año 536, en donde Justiniano oficializó su inauguración.

La basílica que la sostiene, incorpora un increíble perímetro de setenta y siete metros, la tal cúpula posee treinta y un metros de diámetro, acerca de las naves laterales, se pueden considerar, y apreciar dos grandes bóvedas de cañones, en la escalera hay estribos en los cuales se alojan las escaleras de la Santa Sofía. Para ingresar, se pueden hacer perfectamente a través de un atrio o nártex.

Si se contemplase tal basílica por el alzado, se descubrirían tres naves, y dos pisos de arqueros sobre columnas, lo cual hizo que la pesadez de tal edificio se volviese más frágil aun. Esta cúpula antes mencionada posee sesenta y cinco metros de altura, algo realmente asombroso, lo cual hace que luz natural penetrase perfectamente, a la par iluminando la basílica de una forma impresionante.

La cúpula de hecho, está tapada por mosaicos, no solo esto, sino que las paredes están perfectamente cubiertas de mármol, material que es bastante resistente, y que le suministra frescura y color al entorno, no obstante, desgraciadamente la ciudad en últimas instancias sufrió algunos desperfectos, errores, causados por algunos terremotos, lo que provoco que se tenga que hacer otras modificaciones, o restauraciones.

La llamada iglesia de la Santa Sofía, se usó como una de las que representaba más simbología de la religión cristiana en todo el mundo. En el momento en que se empezó a construir  edificar, a lo largo del 537, hasta que la ciudad de Constantinopla fuese conquistada por Turquía en el 1453, son muchísimos los momentos que no pueden olvidarse, que vivieron en la mezquita, hasta el punto en que, en 1935, se convirtió en un gran museo.

Aunque curioso, la arquitectura que tiene el edificio ha variado con el tiempo, en primera instancia fue enriquecida con espolones, y más luego con minaretes. También se intento prevenir la construcción en material de hormigón, para dejarle paso a su cúpula que está sostenida por cuatro arcos, realmente reforzados, intentando que se hubieran de desviarse los empujes.

En última instancia, se debe destacar y considerar que en el interior de ella, se puede encontrar ciertas obras maestrales, muy admiradas de hecho por muchos turistas que la visitan, además del hecho de poseer una decoración tan especial, de las ultimas épocas.

En primera instancia se puede apreciar la imagen del Cristo, recibiendo a un emperador, llamado Constantino Monómaco, y a su esposa. Aunque por otra parte, de igual forma se puede observar a Pantócrator, que justamente está en la zona del sur de la galería alta de la Basílica, que es una de las obras de arte más famosas de la época bizantina.