A este famoso castillo llegamos todos los turistas en peregrinación para ver la legendaria Blarney Stone. La piedra de Blarney, dice la leyenda, si la besas tienes el don de la elocuencia. La verdad es que es divertido ver como te agachas y te pones de espaldas, mientras un tio te sujeta para q no te caigas y besas el pedrusco. Mientras otro te hace la foto-recuerdo y luego la compras alegremente, jeje.
A mi lo q mas me gustó fueron los alrededores del castillo. Tiene un jardin muy bien cuidado y amplio y al lado esta la Blarney House, una mansion escocesa desde el siglo XVIII.
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