La hermosa Palencia es una provincia que está situada en el sur de la zona de la región de Castilla y León, en donde pasa el río Carrión. Esta fue una de las primeras en que disponía de una universidad. En las entrañas de esta se puede descubrir innumerables monumentos y no solo zonas amplias de interés de índole cultural.

El Parque de los Jardines Pequeños, es una buena alternativa si se desea empezar un recorrido, no solo esto sino que al salir de tal parque, esta la Calle Mayor, que es una de las que más representa importancia, en donde también están diversos edificios de emblemas y en donde también están desarrollándose la mayor parte de las actividades de índole comerciales. Edificios como por ejemplo el Palacio Barroco (del siglo XVIII) y también la Plaza Mayor (del siglo XVII), está acompañada de hermoso monumento que se dedicó a Alonso Berruguete (es una referencia a la puntura del Renacimiento) que nos saludan nada mas al introducirnos.

Al lado de la Plaza Mayor, está el Convento de San Francisco, en cada momento es muy interesante la visita que se le hace; fue fundado por los franciscanos en el siglo XIII. Cuando se llega al cruce, que se conoce como Los Cuatro Cantones, la iglesia de la Señora De La Calle, va a mostrarse justo con usted.

Adelantándose por la Calle Mayor, hasta el mismo final, se va a llegar al Parque del Salón, y en el mismo frente está la Huerta de Guardián que está custodiando la Iglesia De San Juan Bautista, del estilo del romanticismo.

Para refrescarse de los paseos interiores, nada es mejor que hacer esto a orillas del rio más cercano, de donde, si siguiera el trayecto, llegaría a una calle en done esta una Catedral de nombre: La Bella Desconocida, de un estilo gótico, que esta levantada sobre una cripta del prerromanticismo. Pero no debe dejar de hacer visitas al Museo de Arqueología ni tampoco el Museo Catedralicio, debido a que están considerablemente cerca de tal lugar.

Ya para finalizar la visita, es obligatorio que vea al Cristo de Otero, el escultor de Victorio Macho, una escultura que debe el nombre a estar en un otero, esto la hace visible para todos desde hace 30 metros aproximadamente, saludándonos de igual forma e inclusive, antes de introducirse en la misma ciudad.