Además de ser la segunda mayor ciudad de Brasil con una gran variedad de actividades y atractivos turísticos urbanos, Rio de Janeiro también tiene lugares de gran belleza natural. Es un buen destino turístico para los amantes de la naturaleza y no sólo estamos hablando de sus maravillosas playas, sino también de todo lo que la rodea.

Por eso en esta lista encontraréis lugares con encanto para disfrutar al aire libre, algunos de ellos no tan conocidos por los turistas ya que no aparecen en las principales postales de la ciudad. Podéis ampliar toda esta información y ver más fotos en el portal Rio de Janeiro Turismo.

  1. Lagoa

 La Lagoa Rodrigo de Freitas es un lago que se encuentra en mitad de la zona sur de Rio de Janeiro y separa los barrios de Ipanema, Leblon y Jardín Botánico. Algunas de sus peculiaridades es que es el lugar preferido de las cigüeñas en sus migraciones para quedarse y en invierno es el escenario en el que se coloca el árbol de navidad flotante más grande del mundo.

También es una zona donde mucha gente se acerca a pasear o realizar distintas actividades deportivas como ir en bici, patinar o simplemente correr. Los cariocas cuidan mucho el cuerpo y es un buen lugar para hacer ejercicio mientras se disfruta del paisaje a lo largo de sus 7 kilómetros de paseo. También hay varios restaurantes en las orillas como el famoso Palaphita Kitch, donde comer o beber algo mientras se disfrutan las vistas del lago.

  1. Jardín Botánico

A poca distancia de la Lagoa encontraréis un exótico jardín botánico en una superficie de 137 hectáreas. Más de 5.000 especies de plantas tropicales pueden encontrarse aquí, incluyendo una gran colección de orquídeas y lirios que es difícil encontrar en otros jardines.

Puede ser una buena oportunidad para escapar del calor y bullicio de las playas y simplemente relajarse y disfrutar de lo que la naturaleza os ofrece en este recinto. Es una forma diferente de hacer turismo.

  1. Pan de Azúcar

El Pan de Azúcar es una gran colina escarpada de 395 metros de altitud a la que se puede llegar subiendo en un teleférico. Ofrece unas vistas impresionantes de la ciudad de Rio de Janeiro y de la Bahía de Guanabara ya que se encuentra justo en la costa, en el límite con el mar. Aunque muy turística, es una visita obligada por la belleza de sus vistas.

En la cima de la colina también hay bares y servicios con todas las comodidades e incluso en determinadas épocas del año organizan fiestas en una pequeña carpa que se encuentra en la primera parada del teleférico, como en Nochevieja por ejemplo.

  1. El Cristo Redentor

Una de las estampas típicas de Rio de Janeiro es la estatua del Cristo Redentor que se encuentra sobre la cima del monte del Corcovado. La zona está rodeada de un paisaje de gran belleza y como es de suponer las vistas desde ese punto son únicas.

La manera más exótica de llegar allí es un pequeño tren cremallera de dos vagones que existe desde antes que se construyera la estatua y que se utilizó para transportar los materiales necesarios. También está la opción de llegar mediante furgonetas que hacen el recorrido durante todo el día y llevan hasta la entrada del monumento.

  1. Parque Nacional da Tijuca

El parque Nacional de Tijuca es tan sólo una fracción de la selva tropical que una vez cubrió toda la costa atlántica de Brasil. Tiene una superficie de 120 kilómetros cuadrados con una gran biodiversidad. Explorar la vida animal y vegetal puedes ser una actividad muy interesante y para facilitar su acceso existen agencias turísticas que ofrecen tours en vehículos 4×4 que pueden llegar a ser muy divertidos.