Aunque haya que subir el puerto de pajares, esta cueva merece la pena visitarla. Tiene dos tipos de visitas. La normal de una hora y la especial de hora y media. Como no tiene mucha afluencia de gente, te orientan hacia la visita especial que es más cara. Da igual, una vez dentro te alegras de estar más tiempo.

Hay que llevar ropa de abrigo. La temperatura se mantiene constante en 7º y una humedad del 99%. Todo ello se va notando poco a poco a lo largo de la visita.

Fantasmaaaaaa…. uhhhh!

En la entrada, tenéis un bar-restaurante bastante majo y una zona recreativa para niños para amenizar la espera. Para comer por tu cuenta tienes mesas cubiertas. Todo bien pensado. Hay hasta una ambulancia de la cruz roja. Te relaja, no? Jaja…

Desde la entrada a la cueva. Entrada a la cueva.

Está al lado de Vegacervera (  http://www.aytovegacervera.com/cuevas_valpolquero.html  ). Merece la pena visitar sus hoces y su hayedo.

Una cosa importante es que te dejan pasar cámaras de fotos sin utilizar flash.

No puedes llevar videocámaras. No abre todo el año.

La mejor fecha para visitarla es en la temporada de lluvia o deshielo, ya que el agua entra en la cueva y forma lagos y cascadas en su interior.

Cocodrilo.

La cueva se abrió al turismo en 1966 y tiene actualmente 7 salas visitables.

Todas con guía.

Merece la pena sus explicaciones y orientaciones para “ver” mejor el porqué de los nombres de algunas salas.

 Todo es amplio y para nada agobiante.

Es una cueva dentro del paraíso.

A mi hija le encantó.