Había pasado tantas veces al lado de Calatayud (http://www.calatayud.es/) que no pensé que llegaría aquí por “culpa” de una de mis sorpresas. Lo que no fue una sorpresa fue el maravilloso fin de semana que pasé aquí, en muy buena compañía. De las mejores.
Siempre que sale Calatayud, nos acordamos de la Dolores. Creo que las gentes del lugar deben estar un pelín cansadas de esto, pero también les sirve de reclamo turístico.
Dormimos en un sitio con encanto especial, el hotel Castillo de Ayud (http://www.hotelcastillodeayud.com/).
Muy romántico, como se prestaba la ocasión. Se trata de un regalo con forma de castillito (Taj Majal) para su amada. Todo está tratado con sumo detalle. Tiene solo 7 habitaciones y un restaurante pequeñito, con una biblioteca que hace las veces de reservado. Está al lado de otro hotel con Spa, con el que comparte instalaciones. En el precio de la habitación, incluye la entrada al vecino Monasterio de Piedra, donde fuimos el domingo.
Recopilando información, descubro que es la ciudad más poblada de Aragón, exceptuando las capitales de provincia. Con unas 20.000 personas. Parece ser que la inauguración de la autovía tuvo un impacto negativo. Ya no era casi una parada obligatoria para los viajeros y transportistas. Curioso!
En el alto se levantan los restos del Castillo de Ayyub (Sí, con dos “y griegas”), el cual da nombre a la ciudad.
Ejemplos del estilo mudéjar que predominaba en la ciudad son las Colegiata de Santa Maria y San Pedro de los Francos, entre otros.
No los pude visitar.
Realmente fue un finde de visita rápida, con alguna lluvia que nos deslució la vuelta por Calalatayud. Al menos dentro, jejeje, del Mesón de la Dolores… no llovía!
El centro de la ciudad es la Plaza de España, donde se encuentra el Ayuntamiento.
En esta plaza, la mayoría de los balcones están torcidos. No sé si por la mala construcción o por que se pensó así. La verdad que una parte importante de esta plaza está en proceso de reconstrucción.
Justo en esta plaza empezó la sorpresa. En un bar que recomiendo encarecidamente, por lo bien que nos atendieron y lo honestos que fueron al avisarnos que las raciones eran grandes.
Muy agradable el servicio. Se llama Rokelin (http://11870.com/pro/rokelin-calatayud), que investigando veo que pertenece a la cadena de restaurantes del mismo nombre.
Para lo último dejo el Mesón de la Dolores (http://www.mesonladolores.com/), donde estuvimos comiendo, pero que muy bien.
Recomiendo los Chuletones (que grande por dios!), la carne de jabalí, una ensalada de bacalao y el vino Baltasar Gracián (http://es.wikipedia.org/wiki/Baltasar_Graci%C3%A1n), nacido en Calatayud, (http://www.san-alejandro.com/), de la variedad de garnacha en tinto y macabeo en blanco.
Además el mesón cuenta con un pequeño museo que explica y cuenta la realidad de la Dolores.
Que no contaré, para que investiguéis vosotros, listill@s.
Calatayud fue para nosotros, el paraíso romántico de la sorpresa….
Nota.-
Besitos para nuestros amigos Pintones.
Me gusta tu post y parece muy interesante Calatayud. A mi me pasa como te pasaba a ti, he pasado muchas veces por delante de esta ciudad pero nunda he entrado, pero ya me ha picado la curiosidad !!!. Has contribuido a ello !!!. Saludos
Hola Pilar, yo he vuelto a ir otra vez este fin de año 2014 y justo me pillo la celebracion anticipada del fin de año en su plaza. Repartieron confeti, uvas, habia musica y hasta hicieron un sorteo de un viaje.
Me sorprendio mucho q hicieran esto unos dias antes, justo el Domingo anterior. Decian que si lo querian celebrar el mismo dia 31, q no venia nadie y por eso lo anticipaban.
Curioso!
Gracias por pasarte por el blog.
un saludo
Angel