Hace años que visité el Monasterio de Piedra (http://www.monasteriopiedra.com/), pero es uno de esos parajes a los que no te importa volver y volver. En esta ocasión tuvimos la coincidencia que estaba repletito de agua. Justo el día anterior también llovió, por lo que el terreno estaba un pelín embarrado en algunas zonas, pero en la mayoría estaba totalmente “pisable”.

Este lugar es uno de los más conocidos y visitados de Aragón.

Este Monasterio tiene dos partes bien diferenciadas.

 Por un lado las instalaciones del monasterio con su hospedería, restaurante y museo y por otro lado, lo que visitamos en esta fecha, el espléndido paisaje fluvial con sus cascadas, riachuelos, cuevas, lago y piscifactoría que lo circundan.

El monasterio está al lado de la localidad de Nuévalos y próximo a los balnearios de Jaraba y Alhama de Aragón.

El monasterio se trata de un claustro cisterciense del siglo XII.

Tiene hotel con las típicas celdas de los monjes habilitadas para ello, junto con un restaurante y un museo.

Tiene visitas guiadas, todo ello podéis verlo en su propia web.

El resto, es parque, agua, peces, arboles, tranquilidad y disfrute del sonido del agua.

Es un conjunto que me encanta.

Pasear por allí viendo la apacible pradera de El vergel, llena de exuberante vegetación, regada por el rio Piedra.

 Todo el paraje se encuentra debidamente señalizado solo hay que seguir las flechas azules y, junto con el plano, ver cada número que representa.

Al principio tenemos la impresionante cascada de la Cola de Caballo que tiene un desnivel de más de 50 metros. Más adelante están las cascadas de Iris y Fresnos. Siguiendo el caminito este conduce a la gruta de la Carmela, al baño de Diana y al torrente de los mirlos.

Así, poco a poco, entre cascadas y grutas llegamos al lago del Espejo.

Lago del espejo

Por ultimo nos queda la gruta de Iris, una gran cueva natural sobre cuya boca se deja caer una gran cortina de agua.

Sobrecogedor el ruido y que bonitas fotos salen.

Este paraíso está lleno de agua y preciosas fotos.