Esta ciudad (http://www.ponferrada.org/) está marcada por su magnífico castillo templario, el curso del rio Sil y el Camino de Santiago. Alrededor del siglo XI se ordenó construir un puente para que los peregrinos del Camino pudieran pasar sobre el rio Sil. Se reforzó con hierro y esto da nombre a su población, Pons Ferrata.
Posteriormente, con el paso de los tiempos, se fue convirtiendo en una populosa ciudad industrial de amplias avenidas y modernos barrios periféricos.
Pertenece a la zona del Bierzo Leones.
El hotel era de la cadena AC. Como siempre con su minibar gratuito (solo con bebida) tan agradable al viajero. Tener un frigorífico en la habitación es básico y no todos los hoteles lo tienen. La cadena NH, suelo evitarla por ese motivo.
Di una vuelta por la parte de tapeo.
Se encuentra en la plaza del ayuntamiento, tiene mucho ambiente.
La plaza es amplia y bien desarrollada. Hice unas cuantas fotos.
Además del castillo, puede merecer la pena la iglesia de San Andrés, la basílica de la Encina (patrona del Bierzo), un museo del Ferrocarril y un museo de la radio promovida por Luis del Olmo, nacido en esta localidad.
Su castillo es amplio y muy visitable.
En su interior tiene una exposición de libros antiguos que merece la pena visitar con calma.
El castillo fue inicialmente un poblado que fue reforzado en la época de los templarios con un muro de cal y campo.
Al ser confiscado por la Orden del Temple en el siglo XIV, levantaron un castillo en un extremo.
Es lo que se conoce como castillo viejo. Durante los siglos XV y XVI se realizaron grandes obras y convirtieron el castillo en un fuerte y lujoso palacio que lo llamaron el Castillo Nuevo.
Pasados los siglos se deterioró, hasta que en nuestras fechas se ha realizado (y continúa) la restauración de este.
Estamos ante un castillo que no debemos dejar de visitar.
Es otro paraíso más… fuerte como un castillo.
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