Este es otro de los sitios emblemáticos de Urdaibai, la ermita de San Juan de Gaztelugatxe (http://www.sanjuandegaztelugatxe.com/).

Vista de la ermita

Para poder acceder a ella, hay que superar 231 escalones. Que no parecen tantos, pero cuando vas subiendo, sí que empiezas a contar los que te quedan…. Jaja.

Movimiento de olas al anochecer, a los pies de la ermita

La ermita de San Juan de Gaztelugatxe, está situada en la costa vizcaína entre Bermeo y Bakio,  pertenece al municipio de Bermeo, en Euskadi. Junto con otra pequeña isla vecina, la de Aketze, llamada también isla de los conejos, forma un biotipo protegido.

Islote al lado de la ermita

La última vez que fui, permitían acceder con los coches hasta casi el principio de la subida, pero ahora han bloqueado este acceso. Hay que tomárselo como una excursión e ir preparado para ello. Hacía gracia ver a algunas mujeres con zapato alto para darse esta gran caminata. En fin…

Detalles de las escaleras

Hacia medio recorrido de la carreta de bajada, aparece un sendero a la izquierda, con una subida muy pronunciada que nos va a permitir, al llegar al final, obtener la mejor perspectiva de fotos de esta ermita.

La vista desde aquí es especial.

Es un añadido pero …

Vista de las escaleras desde arriba

La leyenda nos dice que, San Juan bautista desembarcó en el puerto de Bermeo y dando tres pasos llegó a la ermita dejando grabadas las huellas del pie en cuatro lugares del camino.

La primera huella se encuentra debajo del arco de San Juan, en el propio casco urbano de Bermeo, San Juan Portalie. Al estar rota la piedra original ha sido repuesta en 1982.

Esta foto esta llena de paz y movimiento… oís las olas?

La segunda huella la sitúan en el barrio Arene, junto al caserí­o Itsasalde, justo antes de llegar a la fuente. Se ha colocado una nueva piedra en 1982.

La tercera huella se encontraba en el alto de Burgoa. Pero por haber caído en desuso el camino tradicional que conducía a la ermita, se había perdido esta huella que ha sido reencontrada en 1981 y colocada el año siguiente al llegar al último escalón de acceso a la ermita. Esta huella es además la más interesante, porque además de apreciarse con nitidez la huella, podemos leer la inscripción «SAN JUAN», que alguien escribió con un cincel.

Para respetar la sucesión de tres pasos, el año 1982 se ha colocado una huella nueva junto a la carretera actual que va de Bermeo a Bakio, cerca del caserío Ermu.

El sol del atardecer hace esta foto muy chula

Yo tengo mi propia leyenda… En la puerta de la ermita, hay una campana. Mucha gente toca la campana para hacer unas risas. Yo creo que si tocas esa campana pidiendo algo con mucha fuerza, ese “algo” se consigue. He subido 3 veces, una de las veces, tocaron por mí la campana para pedir “algo” y se cumplió.

Esta es la campana. Usadla con respeto.

Esta vez he subido y no la he tocado. No tengo nada que pedir que no pueda conseguir yo por mis propios medios y esfuerzo. Pero ahí está mi leyenda.

Subir a esta ermita, sentarse al llegar arriba para recuperar el aliento, notar como te rodea el viento por todo tu ser. Descubrir sus vistas allá a lo lejos. Ver atardecer.

Atardecer

Relajarse. Agradecer. Recordar. Sentir que estas vivo.

Sé que a esta ermita subiré más veces. Con el paso de los años me costará más llegar a ella, pero subiré más despacio, pero llegaré.

Angelito dichoso y enamorado. (Gracias Chavi por la foto!)

Os he mostrado uno de mis paraísos más personales. Espero que lo disfrutéis y respetéis tanto como yo lo hago.