Esta es una ciudad ( http://portal.ayto-santander.es/portal/page/portal/inet_santander) para repetir en cualquier ocasión y sin motivo. Tiene todo el encanto de los paseos marítimos especiales. El suyo es de los más bellos que conozco. Se puede decir que en Santander se respira esa “clase” que diferencia a un selecto grupo de ciudades del resto.
Tome Santander como centro de operaciones para realizar el resto de excursiones que tenéis en este blog. Cantabria tiene tanto que ofrecer que necesitas varios días para hacerte una idea de ello.
En esta ocasión estuve en el hotel NH de la localidad. No recordé que no tenían minibar y que los servicios, en general, de esta cadena, son muy limitados. Espero recordarlo para otra ocasión y no usar esta cadena de hoteles. No me gustan. Me paso igual en Sant Boi, hace años. He leído que van a ampliar negocio fuera de España. Ya les valdría mejorar lo que tenemos aquí. En fin…
Pasear por la península de la Magdalena, cuando no hay mucha gente.
Sentarse en su parque y playas del Bikini o de la Magdalena. Observar su zoo y el museo del mar. Todo en pequeña magnitud. Disfrutar de las vistas y paisajes.
Rematar viendo las Caballerizas y ese palacete tan especialmente situado. Todo en esta zona es para disfrutar realmente.
Luego revisas la historia y descubres que todo lo que se hizo en la Magdalena fue por suscripción popular como regalo para el rey Alfonso XIII.
Detrás de toda esta historia está un agudo punto de vista comercial.
Hizo que Santander subiera de nivel por todo lo que lleva consigo ser residencia veraniega de los reyes.
En Mallorca, actualmente, sucede algo parecido.
Muy listos.
Tiene un museo de bellas artes, al lado de la casa museo de Menéndez Pelayo.
Igual que un museo marítimo del cantábrico. No pude visitarlos por estar cerrados.
De igual forma tiene multitud de edificios señoriales como el Hotel Real, el Ayuntamiento o el Real Casino del Sardinero.
Las compras de Quesadas y sobaos, ya sabéis que es casi obligatoria. Que ricas están!
Tuve la suerte de coincidir con un mercado medieval que estaba en el parque del Paseo Pereda.
De todo lo que ofrecían, me llamo la atención un diseño de cuadros de fachadas artesanales de balcones, ventanas, puertas antiguas, todas enmarcadas en distintos formatos.
La artesana es Maria del mar Cambronero, de la zona de Ciudad Real. Según me comentaron son habituales de este tipo de mercados.
Para finalizar subí al faro de Cabo Mayor, desde donde tenéis unas buenas vistas de la ciudad.
Este paraíso es muy conocido por todos, pero espero que os gusten las fotografías.
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